lunes, 19 de marzo de 2012

Radicales libres y la vida

Serie: Crónicas breves de opinión

La Naturaleza


Tenemos una tendencia enorme, a clasificar como no relevante lo que no entendemos
Thomas Gingeras, Genetista

La humanidad y su ambiente

“…Nos estamos ahogando en nuestro propio veneno, tenemos que dejar de utilizar tóxicos…”

 “…¡Todas las soluciones están en la naturaleza: Copiémoslas!

Janine Benyus (Bióloga)



Si separamos la vida de su ambiente se extinguirá

La vida de los seres humanos ha estado, está y estará íntimamente interrelacionada con su ambiente, los estilos de vida que nos separen de él favorecerán enfermedades no transmisibles que afectarán a los genes y a la herencia. La solución de estos problemas pasa ineludiblemente por la recuperación del estilo de vida que hizo posible ancestralmente la supervivencia de los seres humanos hasta nuestros días. Las pretensiones de reglar nuestra alimentación y nuestra forma de vivir con “pseudos objetivos sanitarios” conducen a los desequilibrios del estilo de vida ambiental de nuestra especie, disfunciones (enfermedades no transmisibles) que pretendemos “arreglar” con “inventos químicos” de efectos no deseados y que carecen de las sustancias esenciales para la vida. Por supuesto no voy a recomendar  “ningún invento”  debemos alimentarnos de los productos que nos brinda la tierra, preferentemente aquellos que podemos consumir crudos y sin manipulaciones.

Radicales libres


Los radicales libres favorecen la actividad de las células fagociticas y la destrucción de los agentes patógenos. El estilo de vida y las dietas irracionales han roto el equilibrio entre radicales libres y antioxidantes

Breve referencia a los antioxidantes

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Antioxidantes

Un antioxidante es una sustancia que neutraliza los radicales libres: algunos son fabricados por los procesos metabólicos del cuerpo, otros se derivan de los alimentos, el aire que respiramos, el ejercicio, el estrés y la enfermedad.

Antioxidantes exógenos


Desde hace mucho tiempo se sabe que algunos componentes antioxidantes de las frutas y verduras crudas tienen efectos protectores frente a diferentes agentes oxidantes, enfermedades vasculares y también neoplasia maligna.


Mucho más se conoce en relación con los efectos beneficiosos de las vitaminas antioxidantes en un gran número de patologías. Así, la terapia nutricional rica en frutas y verduras crudas reduce la pérdida de visión y la incidencia de cataratas en la población anciana, mejora la arteriosclerosis, la coronariopatía y cardiopatía y otros parámetros cardiovasculares, y reduce la oxidación de proteínas en enfermos de Alzheimer.

Antioxidantes sintéticos


La acción indiscriminada como antagonistas de los radicales libres de los antioxidantes sintéticos concentrados y difícilmente balanceados, junto con mi alimentación rica en antioxidantes naturales (frutas, legumbres, verduras y hortalizas) puede favorecer el riesgo de desequilibrio de radicales e impedir su función como reguladores de importantes procesos fisiológicos

Como no están suficientemente demostrados los beneficios y riesgo de los antioxidantes sintéticos y ante la duda que puedan causar consecuencias no deseadas para la salud o no ser del todo suficientes, opino que la fuente óptima y segura de antioxidantes balanceados es la dieta, por lo que debemos comer frutas, verduras y hortalizas en la alimentación diaria. (Esencialmente los crudos)

Antioxidantes “naturales”

Necesitamos los antioxidantes naturales (frutas, verduras y hortalizas crudas) para contrarrestar los efectos nocivos de los radicales libres que son elementos fundamentales en el metabolismo, pero su exceso también constituye un riesgo, especialmente para las grandes moléculas. Es así como los ácidos nucleicos, las proteínas, los carbohidratos polimerizados (polisacáridos) y los lípidos, son preferentemente dañados por los radicales libres oxigenados. En la molécula del DNA se pueden producir rupturas y numerosos otros daños y sus efectos pueden producir mutaciones y un riesgo elevado de cáncer. También los aminoácidos que forman las proteínas pueden sufrir alteraciones que modifican su estructura molecular, impidiendo su acción biológica. En el caso de las enzimas (que son proteínas), el daño puede impedir su acción catalizadora. También los polisacáridos, que desempeñan funciones de protección y/o lubrificación de los epitelios, pueden ser afectados, disminuyendo así las defensas y favoreciendo las inflamaciones.

Los lípidos, especialmente aquellos que contienen ácidos grasos poli-insaturados, son especialmente susceptibles a desarrollar procesos de oxidación no controlados, inducidos por los radicales libres del oxígeno. Ello significa daños importantes en las membranas celulares, donde estos ácidos grasos desempeñan una función fundamental.

Como consecuencia se alteran todos los procesos bioquímicos celulares, al dificultarse la función seleccionadora de las membranas. Finalmente, ya existe consenso que los radicales libres inducen el envejecimiento. El concepto que “envejecemos porque nos oxidamos”, ha sido utilizado por diversos autores. Existen numerosas evidencias sobre la acumulación de productos de oxidación en los individuos envejecidos.

La oxidación es un proceso bioquímico de pérdida de electrones siempre asociado a otro de captación que llamamos reducción. Esta oxidación es fundamental para la vida pues participa en los procesos de obtención de la energía celular. Sin embargo cuando existe un exceso de oxidación aparece el estrés oxidativo que es una realidad compleja en todos los niveles biológicos que no se puede medir ni definir con un solo parámetro. Hay una multitud de enfermedades, entre ellas el cáncer, que se han relacionado con el estrés oxidativo y la generación de radicales libres. Por esto, el consumo de antioxidantes contenidos en las dietas ricas en frutas y verduras, esencialmente crudos disminuye el deterioro funcional orgánico originado por un exceso de estrés oxidativo.

En mi opinión, es un gravísimo error, juzgar los efectos de los antioxidantes, por los resultados obtenidos frente al CANCER con los antioxidantes sintéticos. Las “pastillas” de vitaminas y antioxidantes “fabricados” no tienen nada que ver, ni en calidad, ni en eficacia con los “antioxidantes originales” que nos brinda la NATURALEZA, estos, llevan sustancias complementarias (vitaminas, enzimas, proteínas, aminoácidos, sales minerales, ácidos orgánicos, folato (No ácido fólico) etc) “cargados” de energía de primer orden que el “laboratorio de la naturaleza” nos ofrece relacionada con radiaciones cósmicas y  que los convierten en sustancias de una categoría superior esenciales para la vida

Francisco Martín Acris,
Investigador naturista
Diplomado Universitario
Crecimiento Celular y Cáncer
Nutrición y Dietética I y II









El Pensador de Rodin (Sevilla)



Descárgate aqui la canción: "Cóctel de vitaminas"